Las limitadas posibilidades de acción que tuvieron las clases trabajadoras a lo largo del siglo XIX se ampliaron a final de la centuria. Las huelgas se convirtieron en un instrumento de defensa y de lucha política y, durante la década de 1890, se hicieron más frecuentes en las zonas más industrializadas y mineras, como por ejemplo el estallido de huelgas obreras que hubo en Vizcaya y la celebración del Primero de Mayo, donde Vicente Cutanda y Toraya encontró la inspiración para una serie de obras de las que forma parte este monumental lienzo, Una huelga de obreros en Vizcaya (1892).
Pañuelo "Arte y transformaciones sociales"
Algodón, modal y seda. 100 x 180 cm
Natalia Franquet en exclusiva para el Museo del Prado. Este pañuelo ha sido realizado en un taller de la India seleccionado por su tradición y por su ética en las condiciones de trabajo (certificado Sedex).
Diseño inspirado en la obra Una huelga de obreros en Vizcaya (1892), de Vicente Cutanda y Toraya.