En la segunda mitad del siglo XVIII España se liberó de la dependencia que había tenido del extranjero en el ámbito del grabado. La formación de dibujantes y grabadores cualificados, encabezados por Manuel Salvador Carmona, permitió acompañar con estampas los importantes proyectos culturales y científicos promovidos por el pensamiento ilustrado, cuyo epílogo será la publicación de los Caprichos de Francisco de Goya en 1799. Si las estampas de esa época son bien conocidas, no lo son tanto los dibujos para grabar que les sirvieron de punto de partida. Su carácter utilitario los ha relegado a un segundo plano en la historia del arte. Y, sin embargo, de sus cualidades depende absolutamente la calidad del grabado; sin un buen dibujo es imposible obtener una buena estampa.
En Del lapicero al buril —dos de los instrumentos más utilizados por dibujantes y grabadores— se muestran los distintos usos que tuvieron los dibujos en el proceso de creación del grabado, desde los que realizaban los artistas que inventaban las imágenes hasta los elaborados por los propios grabadores en sus talleres. La variedad de técnicas utilizadas así como su adecuación a los temas que representan sirven también para ofrecer un recorrido sobre el dibujo español en tiempos de Goya.
ISBN: 978-84-8480-606-6