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Guantes de piel marrones
Piel ovina de origen español. Hechos en España.
La caza fue un pasatiempo habitual de la nobleza europea. Los guantes de piel resultaban un complemento indispensable para su práctica, como atestiguan tres cuadros pintados por Velázquez entre 1632 y 1636 para decorar la Torre de la Parada: los de Felipe IV, su hermano el cardenal-infante Fernando de Austria y el príncipe Baltasar Carlos como cazadores. Estos elegantes guantes de piel, diseñados en exclusiva para el Museo del Prado, recogen esa rica tradición.