Se afirma, y con razón, que el Museo del Prado es el heredero de la antigua colección artística de los reyes de España y que estacolección era un reflejo de las posesiones sobre las que reinaban. Ello explica que las escuelas mejor representadas en el museo correspondan a tres territorios pertenecientes a la corona: España, Flandes e Italia. Pocos echan a faltar, sin embargo, obras de los virreinatos americanos, el territorio más amplio de aquella Monarquía Hispánica. Tornaviaje quiere paliar ese déficit, al tiempo que pretende llamar la atención sobre una realidad que mayoritariamente se ignora: que en los siglos XVI, XVII y XVIII en la Península se convivía con más objetos artísticos americanos que de origen flamenco o italiano.
En las páginas de este catálogo podemos visualizar una amplia selección del alto número de obras de época virreinal que llegaron a España y profundizar en su comprensión a partir de un análisis en el que se tienen en cuenta tanto los valores ideológicos y culturales de que eran portadoras como su propia materialidad, la estructura de las sociedades que las crearon y, sobre todo, sus cualidades artísticas.
Para esta compleja apreciación se ha contado con especialistas como Rafael López Guzmán, Adrián Contreras-Guerrero y Gloria Espinosa, de la Universidad de Granada, y Jaime Cuadriello y Pablo F. Amador, miembros del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM de México. Sus textos, desde distintas metodologías y puntos de vista, deducen con sus análisis los significados que tuvieron esos objetos para las diversas sociedades de la Edad Moderna, así como el lugar que ocupan actualmente en nuestro contexto cultural.